De vuelta con la ACM y el viaje del Alcalde a Madrid para ir a la Warner y a Faunia, no me quiero quedar con el foco en la tontería del viaje. Pasemos mejor a cosas más importantes.
En ACM parece que pasó algo y que empieza a saberse algo, pero la justicia debe actuar diligentemente y no permitir que se filtren distracciones. Que es lo que parece: que todo el mundo hable principalmente del viaje.
Es triste pero no es inexplicable el cambio de actitud del principal testigo del que hablan en el artículo. Lamentablemente todo tendrá explicación, pero ninguna lo dejará bien a él:
Puede que haya denunciado algo en lo que realmente él sea culpable y su abogado le haya aconsejado callarse, puede que lo que haya denunciado sea incierto o no tenga pruebas y tenga consecuencias, e incluso puede que sepa más cosas peores y se han ocupado de que su prioridad no sea hablar sino trabajar en otra empresa del ayuntamiento. Las personas y nuestras miserias. Explicable.
Pero…, ¿Cómo explicar que lo hayan recolocado en lugar de haberlo mandado a su casa si se ha comportado deslealmente a su cargo? ¿Lo han sancionado como correspondería? ¿O en caso de que haya dicho la verdad no debería haber dimitido otra persona? Pues no. Lo que han hecho es recolocarlo.
¿Quién lo ha recolocado?… ¿Es capaz de explicarlo? Pero ese quién es una persona, no es un ente abstracto municipal para diluir responsabilidades.
Quién sea que lo ha recolocado es una persona a la que un periodista le podría preguntar.
La Noticia:
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Los investigadores del Equipo de Delitos Económicos de la Guardia Civil se han encontrado con una dificultad sobrevenida a la hora de investigar las irregularidades en la empresa Alcalá Comunicación Municipal ACM, que pagó, de acuerdo con las pesquisas realizadas, viajes particulares del alcalde, el socialista Antonio Gutiérrez Limones.Esa dificultad se llama Javier Luque,
el contable de la empresa pública alcalareña que destapó en unas grabaciones cómo directivos de ACM y cargos públicos municipales, incluido el alcalde, cargaron gastos particulares a la sociedad. Los investigadores han constatado la nula disposición de Luque a colaborar en la investigación y apuntan a su contratación en otra entidad dependiente del Ayuntamiento alcalareño, como el origen de esta actitud.
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